Mientras buscaba un método para aliviar molestias de espalda y jaquecas, descubrí el yoga en el 2007 y me sentí inmediatamente fascinada por la energía y la vitalidad que sentía al practicar.

 

Volcada totalmente en la práctica, obtuve el título de profesora de Kundalini Yoga en 2009, en una formación transformadora que me trajo una experiencia profunda de purificación y de búsqueda espiritual. 

 

Abrí las puertas del primer Moksha Yoga en 2010, con la voluntad de crear un espacio de conexión y tranquilidad para que los alumnos pudieran acceder a la maravillosa técnica del yoga. 

 

En el 2010, mientras estaba embarazada, continué con una formación de yoga para el embarazo y la crianza, que me abrió las puertas a una práctica delicada y sutil, basada en los principios de la anatomía experiencial, y me permitió vivir el embarazo y el parto como una etapa mágica y maravillosa y sentir la pulsación de la vida como un abrazo. 

 

Durante todos estos años he seguido practicado con devoción diferentes tipos de Hatha dinámico y he realizado una formación en Vinyasa Yoga, estilo que han modificado intensamente mi práctica física y mi forma de enseñar yoga hacia la fuerza, el equilibrio y el gusto por el desafío.

 

Actualmente, doy clases en este espacio sencillo, dónde puedo establecer una relación personal con los alumnos  y entender mejor su fuerza y sus necesidades, donde poder experimentar y crear un tipo de yoga adaptado a cada persona. 

 

Sigo estudiando, escuchando, reflexionando incesantemente para entender la auténtica naturaleza de mi ser, del Ser, junto a David Rodrigo, maestro tradicional de Adaita Vedanta, que nos regala con la enseñanza en Barcelona, trayendo palabras de Luz, Amor y Felicidad.